Mejora estos 5 pilares y tus finanzas mejorarán
Si queremos mejorar nuestra situación económica, tener unas finanzas saludables y evitar tener problemas de dinero, hay 5 pilares de las finanzas personales fundamentales que tenemos que trabajar.
No basta con mejorar solo uno, o dos, los cinco son indispensables.
Probablemente a estas alturas tengas muy claro que si quieres cambiar tu situación, tienes que cambiar tú, tus hábitos y las cosas que haces o dejas de hacer.
Pero no se trata solo de saberlo, sino de hacerlo y esa es la parte realmente difícil.
Vamos a ver cuáles son esos 5 pilares y cómo podemos trabajar en mejorarlos.
1- Mentalidad
Como bien dicen los de Gorillaz en su canción Clint Eastwood, «It’s all in your head» todo está en tu cabeza.
Este es un punto esencial, podemos hacer mil cursos, leer mil libros, probar mil métodos y estrategias, pero si no cambiamos lo que tenemos en la azotea, no vamos a conseguir resultados, si no creemos que es posible, no lo vamos a lograr. Así de simple y así de complicado.
Simple, porque somos nosotros quienes decidimos qué pensar, y si lo que hemos pensado hasta ahora no nos ha servido, podemos cambiar voluntariamente nuestros pensamientos.
Y complicado, por dos razones, primero porque si tenemos una mentalidad cerrada es poco probable que veamos que necesitamos cambiar de mentalidad, o que creamos que haciendo ese cambio eso va a afectar drásticamente a nuestra calidad de vida. Y segundo, porque aunque lo veamos claro, hay creencias y paradigmas que llevamos dentro, muy arraigados y que cuesta desprenderse de ellos.
Cambiar de mentalidad no es algo que se logra de un día para otro, porque no pasa por la razón ni el conocimiento.
No es algo que yo no lo se, alguien me lo dice y entonces como ahora lo se, ya no lo hago más. No, ojalá fuera así de fácil, pero no lo es.
Cambiar de mentalidad es un proceso, que requiere de nuestra participación activa, de fuerza de voluntad y de machaque constante.
¿Cómo podemos cambiar nuestra mentalidad?
Lo primero es reconocer que necesitamos un cambio, y luego hay varias cosas que nos pueden ayudar a conseguir nuestro objetivo.
Leer
La primera, y es una de mis favoritas, es leer. Si bien solo con leer un libro no vamos a cambiar nuestra forma de pensar, cuando leemos, vemos las cosas desde el punto de vista del autor, y eso nos hace abrir nuestra cabeza, conocer otras realidades y descubrir nuevas ideas. Lo que nos ayuda a activar nuestro cerebro y nos estimula a que nuestra propia cabeza genere nuevas ideas también.
Escuchar
Practicar la escucha activa es un ejercicio muy interesante que hoy en día está un poco en desuso.
Vivimos nuestras vidas de prisa, siempre tenemos mil cosas por hacer, cosas pendientes, agendas apretadas y eso nos lleva a estar muy metidos en nuestros propios problemas, nuestros rollos y nuestras cosas como para encima ocuparnos de los problemas, los rollos y las cosas de los demás.
Pero al igual que pasa cuando leemos, si escuchamos con atención, y con empatía, podemos entender el punto de vista de otras personas, y aunque tal vez las ideas del otro no estén en concordancia con las nuestras, entender a los demás también nos abre la cabeza y nos hace estar más dispuestos a aceptar y a crear nuevas ideas.
Rodearnos de personas interesantes
Esto va ligado con lo anterior, porque si además de escuchar activamente a la gente que ya nos rodea, procuramos juntarnos con gente interesante, entonces podremos aprender muchas cosas y abrir nuestra cabeza. Ya sabes, si eres la persona más inteligente de la sala, estás en la sala equivocada.
Sé que no es fácil, y tal vez te estés preguntando ¿y de dónde saco yo gente interesante? pues desde ya que no van a venir a llamar a tu puerta, así que hay que salir a buscar.
El mundo está lleno de gente interesante, si no encontramos es porque no hemos buscado lo suficiente.
Controlar la vocecita interior
Ya sabes, todos tenemos esa vocecita pesimista y malhumorada dentro que cada tanto suelta su veneno, y no, no estás loco, todos hablamos con nosotros mismos, todo el tiempo.
Lo que es importante que seamos conscientes de las cosas que nos decimos y que, si nos vamos a criticar, al menos que sean críticas constructivas y respetuosas, pero hablar por hablar sin sentido no.
Es lo mínimo que esperamos de los otros, por lo tanto debería ser lo mínimo que deberíamos de esperar de nosotros mismos también.
Cuando detectemos que estamos teniendo pensamientos que no nos ayudan en nada a crecer y progresar, basta con decirle a esa vocecita, «gracias por tu opinión, pero ahora mismo no me ayuda en nada» y cambiar conscientemente esos pensamientos por otros más productivos.
2- Información
La mentalidad es muy importante, pero no alcanza solo con eso, además de tener una mente abierta, creer que es posible y pensar en positivo, debemos hacer algo al respecto.
Y para poder tomar decisiones acertadas, tenemos que tener la información necesaria. Si no tenemos información y no sabemos cuál es nuestra realidad, basamos nuestras decisiones en nuestras percepciones, y estas pueden ser muy distintas a nuestra realidad.
Uno de mis ejercicios favoritos del curso Finanzas Personales Para Principiantes, es el del balance estimado. Se trata de hacer un balance solo con los números que tenemos en la cabeza, luego, cuando hacemos el balance con los números reales y los comparamos, rara vez alguien acierta al 100%
Algunos de mis alumnos se dan cuenta de que están peor de lo que creían, pero otros se ponen contentos porque descubren que no estaban tan mal como pensaban.
Pero no es bueno no acertar, en ninguno de los dos casos. Porque si no somos conscientes de qué tan mal estamos, nos estamos engañando a nosotros mismos y poco a poco nos seguimos metiendo en problemas.
Y por otro lado, si creemos que estamos peor de lo que realmente estamos, quiere decir que estamos desaprovechando nuestros recursos.
Si queremos ordenar una habitación, primero tenemos que encender la luz y ver qué es lo que hay en ella.
¿Cómo podemos conocer nuestra información?
Hay varias herramientas a nuestra disposición que nos ayudan a mantenernos informados.
Registro de gastos
Apuntar nuestros gastos, grandes o pequeños, a medida que los vamos haciendo, es algo muy simple de hacer, que está al alcance de todos, y que nos va a proporcionar una cantidad de valiosa información.
Si no lo has hecho todavía te recomiendo que mires el video sobre las 3 herramientas básicas para hacer un registro de gastos.
Balance personal
Hacer un balance personal o familiar, nos dirá dónde estamos parados, económicamente hablando, conociendo nuestro patrimonio neto y haciendo un seguimiento periódico del mismo, podremos ver el progreso de nuestra economía.
Control de ingresos y egresos
Esta herramienta es la que nos dirá cómo están nuestras finanzas, porque no solo es importante que nuestra economía sea buena sino que también debemos procurar tener unas buenas finanzas. Y si todavía no tienes muy clara la diferencia entre lo económico y lo financiero, mírate este video.
No es necesario que tengamos todos estos números en la cabeza, basta con que sepamos dónde ir a buscarlos cuando los necesitemos, por eso sí es necesario tenerlos por escrito.
3- Educación
Si crees que la educación es cara, prueba la ignorancia. ¿Cuántas veces hemos perdido dinero por no saber algo?
El famoso «derecho de piso», el conocimiento es poder, y el conocimiento también es dinero.
No basta con tener información, sino que luego tenemos que saber qué hacer con ella. Por eso es muy importante que estudiemos sobre finanzas y economía. Pero espera, no salgas corriendo todavía, porque sé perfectamente que si no eres una «persona de números» la idea no te gustará nada, no se trata de hacer un master en economía y finanzas, pero al menos las cosas básicas las tenemos que aprender.
Cómo se calculan los intereses, cómo funcionan las inversiones, los ahorros, las deudas, nada de otro mundo, no es física nuclear, pero si nos cerramos, difícilmente podremos aprender algo.
Recuerda el pilar número uno, cambiar de mentalidad. Si te has pasado la vida diciéndote a ti mismo que no eres una persona de números, y que eso no va contigo, ya es hora de cambiar.
No te digo que cambies las artes y las letras y ahora te dediques a resolver cálculos matemáticos en tus ratos libres, pero tampoco le huyas a los números como si de la peste se tratara.
Y aunque seas una persona de números, seguramente habrá muchas cosas que todavía no sabes, que pueden hacer que mejores tu situación actual.
¿Cómo podemos educarnos para mejorar nuestra economía y nuestras finanzas?
Hay varias cosas que podemos hacer.
Leer
Como ves, se repite, y es que leer tiene muchos beneficios, no por nada la gente más exitosa de este planeta tiene muchos libros a cuestas.
Tienes libros para todos los gustos, desde los más básicos hasta los más específicos y sofisticados. Como siempre, te recomiendo que empieces por lo sencillo, pero, no te quedes solo con eso, hay libros que tal vez no sean tan amenos ni llevaderos y que nos cueste leerlos, pero que definitivamente merecen la pena.
Tener objetivos de lectura es una buena manera de mantenernos motivados. Un libro al mes, dos libros al mes, uno a la semana, cada uno a su ritmo, pero si convertimos la lectura en un hábito, tarde o temprano, nos beneficiaremos de ella y aprenderemos muchas cosas por el camino.
Participar
Haciendo es como uno aprende. Podemos saber toda la teoría del mundo, pero hasta que no lo pongamos en práctica no nos servirá de mucho.
Además de leer o mirar videos educativos, tenemos que arremangarnos y ponernos en acción.
Enseñar
Pero si quieres ir más allá, enseñando a otros es cuando más fijas esos conocimientos. Las dudas y preguntas del otro te harán reflexionar y pensar en cosas que tal vez no se te hubieran ocurrido a ti solito.
Además de estar ayudando a alguien más, al enseñar, te estas ayudando a ti mismo. Seguro que en tu entorno tienes algún amigo, familiar o vecino que esté dispuesto a aprender lo que tú ya has aprendido, aprovecha esa situación.
4- Organización
No solo tengo que saber qué es lo que tengo que hacer, sino cómo hacerlo. Y aquí es cuando entra en juego la organización.
Ya sabes que siempre te hablo del individualismo y que por eso no hay una única fórmula que aplique a todos.
Cada uno de nosotros es diferente, tenemos diferentes personalidades, historias, familias, vivimos en diferentes lugares, tenemos trabajos, intereses, habilidades y conocimientos diferentes, y un millón de factores más que son diferentes y que nos afectan, por eso, cada uno de nosotros tenemos que encontrar el método que mejor se adapte a nosotros, y para lograr esto, tenemos que organizar los recursos que tenemos a nuestra disposición de la mejor manera posible para poder sacarles el mayor provecho.
Nuestro tiempo, nuestro dinero, nuestras habilidades, conocimientos, nuestra experiencia, cada recurso es importante, pero aún más importante es cómo organizamos esos recursos.
Dos personas que tienen exactamente los mismos recursos, pueden tener dos estilos de vida totalmente diferentes y su calidad de vida también puede ser muy distinta. Por ejemplo, dos personas con el mismo sueldo y mismo nivel de gastos, si uno compra todo a crédito y el otro invierte, uno utilizará parte de su sueldo para pagar intereses, mientras que el otro lo usará para generar más dinero. Misma situación, diferente organización.
Es más fácil escudarnos detrás de las excusas, y de las situaciones externas que nos impiden avanzar, pero si asumimos la parte de responsabilidad que nos toca y mejoramos nuestra organización, podemos disfrutar mucho más a pesar de seguir teniendo los mismos recursos o las mismas situaciones limitantes.
¿Cómo podemos mejorar nuestra organización?
Te lo resumo en dos palabras: prueba y error.
Si prestamos atención, encontraremos a nuestro alrededor, muchas personas que ya han logrado lo que nosotros queremos conseguir. Tal vez no sea tu vecino de al lado, pero aunque puede que no los encontremos en nuestro entorno real, los podemos encontrar en nuestra vida virtual.
Las personas que han conseguido algún logro en su vida, no tendrán problemas en contarnos cómo lo han hecho, lo que sí debemos tener en cuenta, es el factor individualidad.
Que algo haya funcionado para el otro, no necesariamente quiere decir que vaya a funcionarme a mi. Peeeeeero, tampoco quiere decir que porque el otro sea distinto a mí, no puedo yo copiar sus ideas y que me funcionen a mi también.
Y ¿cómo puedo saber yo si lo que hizo el otro me puede funcionar a mi o no?
Probando.
Cuando me tope con algo que crea que me puede servir, primero tengo que analizarlo y evaluarlo, si lo veo viable, entonces lo pruebo. ¿Funciona? Genial, lo sigo haciendo y lo adapto a mi estilo de vida.
¿no funciona? paro y pienso, ¿por qué no funciona? ¿puedo cambiar, modificar, o adaptar algo? vuelvo a intentar. ¿Sigue sin funcionar? ¿definitivamente esto no es para mi? ok, lo descarto.
¡Next!
¿Qué más puedo probar?
Segundo intento, tercer intento… Si tengo claro qué es lo que quiero conseguir, solo es cuestión de seguir probando hasta que dé con el sistema que me funcione.
Se trata de eso, de crear sistemas.
Una vez que ya lo tengamos, es mucho más fácil, porque solo tenemos que seguir las pautas que nosotros mismos nos hemos marcado y el sistema seguirá funcionando. Y en caso de haber algún cambio, requerirá de algún ajuste o mantenimiento básico y seguirá funcionando.
Si todavía no has dado con el sistema que mejor se adapta a ti, no te desanimes, se que la búsqueda puede ser frustrante, pero te aseguro que cuando lo consigas va a ser todo mucho más sencillo.
5- Previsión
Si bien nadie sabe qué es lo que va a pasar mañana, tenemos que practicar y ejercitar nuestra capacidad de previsión.
Y prever no es más que imaginarse un poco cómo puede llegar a ser nuestro futuro, con las distintas probables alternativas.
Está muy bien disfrutar el día de hoy, pero también tengo que pensar en mi futuro, y remarco el uso de la palabra «también» porque aquí se suelen dar dos posturas opuestas:
Los super previsores que piensan solo en el mañana y se olvidan de vivir y disfrutar el día de hoy, y los… «vive hoy que la vida son dos dias» que solo piensan en el disfrute presente y se olvidan que aunque la vida sean dos días, lo ideal sería vivir bien esos dos días, no disfrutar uno y pasarla mal el otro.
Por eso, debemos encontrar el balance ideal entre el disfrute actual y el futuro.
Previsión y planificación son las palabras clave.
Cuando pensamos en nuestro futuro y tenemos claros nuestros objetivos, podemos crear un plan de acción para llevarlo a cabo.
Y aquí hay otro punto importante, y es que nuestros objetivos no están tallados en piedra. A lo largo de nuestra vida nos van pasando cosas, vamos cambiando y nuestros sueños y objetivos también.
Pero no importa que mañana probablemente tengamos un objetivo diferente, siempre se puede modificar y cambiar de camino, pero lo que importa es que no nos quedemos quietos, estancados siempre en el mismo sitio.
Pero no solo tengo que pensar en las cosas bonitas que me depara el futuro, sino de las posibles piedras que me pueda encontrar por el camino.
Como dicen las abuelas, es preferible prevenir que curar. Si en nuestra previsión y planificación tenemos en cuenta estos factores, nuestro camino será mucho más placentero.
¿Cómo podemos prevenir nuestro futuro?
Primero tenemos que enfocarnos en dos puntos distintos, lo bueno y lo malo.
Y para conseguir eso tenemos que pasar del modo «soñador extremo» al modo «pesimista empedernido»
Determinando Objetivos
Nuestro «soñador extremo» nos ayudará a soltarnos para descubrir qué es lo que realmente queremos, y una vez que tenemos esto claro, lo pondremos por escrito, para que no se nos escape. Y en base a eso iremos determinando nuestros objetivos.
Haciéndonos preguntas
Si seguimos haciendo lo que estamos haciendo ahora ¿dónde estaremos en 5 o 10 años?
Y si cambiamos algo, ¿cómo va a afectar a nuestro futuro?
Si mañana me echan del trabajo ¿cómo hago para pagar la hipoteca?
Y qué pasa si tengo un accidente y quedo incapacitado ¿cómo hago para mantener a mi familia?
Como podrás ver no todas las preguntas son bonitas, pero son cosas que nos debemos plantear, ¿que luego nunca pasan? genial, solo la he pasado mal un ratito respondiendo las preguntas
¿Que desgraciadamente me ha tocado? en ese momento agradeceré a mi «yo del pasado» por haber sido previsor ya que eso me dará la posibilidad de poder ocuparme de los aspectos emocionales del problema pero sin tener que, además, estar preocupado por los aspectos financieros.
Creando un fondo de emergencias
Si bien no sabemos qué es lo que nos va a pasar, podemos estar 100% seguros de que algo nos va a pasar.
La vida no es color de rosa y las situaciones desagradables también pasan y para eso está el fondo de emergencias.
Tener un fondo de emergencias en condiciones nos da la tranquilidad de saber que en el momento que tenga que pasar por una situación desagradable, tendré los recursos económicos para pasar la crisis y no tendré que estar tomando decisiones apresuradas de dinero en momentos de desesperación.
Contratando seguros
Tener un fondo de emergencias está muy bien, pero no vale para todo. Si tenemos una familia a cargo y algo nos sucede, con el fondo de emergencias podrán arreglárselas por un tiempo, pero eso no soluciona el problema. Y para eso se han inventado los seguros.
Y como su nombre lo indica, lo que nos venden, es seguridad, cuando compramos un seguro, estamos comprando seguridad, tranquilidad, dormir por las noches sin preocupaciones.
Tal vez jamás en la vida nos pase nada malo y nunca necesitemos utilizar ese seguro, pero aún así, será dinero bien gastado, porque ya habremos disfrutado de todos esos años de tranquilidad.
Todos para uno y uno para todos
Los 5 pilares funcionan como los 3 mosqueteros. Todos y cada uno de ellos son importantes, no basta con tener bajo control uno o dos, necesitamos trabajar en todos. Cada uno de estos aspectos es fundamental y afecta a los otros.
Puedo tener información, educación, ser organizado y previsor, pero si no cambio mi mentalidad dificilmente consiga resultados.
Como puedo tener la mentalidad correcta, la información, ser organizado y previsor, pero fallar por falta de educación.
Así como puedo tener una mente abierta, estar informado, tener educación, ser previsor pero muy desorganizado, lo cual me impedirá progresar. Se entiende la idea ¿no?
Creo que uno de los mayores causantes de fracaso cuando queremos tener éxito con nuestro dinero, es que nos enfocamos en solo algunos de estos 5 pilares y cuando fallamos nos desmotivamos, luego tal vez intentamos otra vez, enfocándonos en otros puntos importantes pero descuidando los primeros, y lo peor es que con cada fallo le damos silenciosamente la razón a esa vocecita pesimista que nos dice «¿viste? ¡te dije que no podías!»
Te propongo que reflexiones en cuál de estos 5 pilares crees que todavía te falta mejorar y si te animas, compártelo en los comentarios.
¡Éxitos!
Alita