Cuando hablamos de creatividad, generalmente pensamos en arte, y hasta nos decimos a nosotros mismos, que somos o no somos creativos, pero siempre con un tinte artístico.
¿Eres de los que no se consideran creativos? Lamento informarte que estás equivocado.
Todos somos creativos, en mayor o menor medida. Si nos fijamos en la definición misma de la palabra creatividad, veremos que es la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos, de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen soluciones originales.
Generar nuevas ideas, ¿te suena? Seguro que se te ocurren ideas, a que sí. Cada vez que se te ha ocurrido una solución para un problema, ya sea grande o pequeño, has puesto en marcha tu creatividad.
Pero no solo eres creativo, sino que puedes potenciar esa creatividad que ya tienes para sacarle el mayor provecho, y para ello tienes que ser consciente de cuáles son los factores que coartan tu creatividad.
[bctt tweet=»“En los momentos de crisis, sólo la creatividad es más importante que el conocimiento” Albert Einstein» username=»A_P_Rodriguez»]
Asesinos de creatividad
El peor enemigo de la creatividad es el miedo, miedo al fracaso y al qué dirán. Lo que provoca inhibición, otro factor que reduce nuestra capacidad creativa. También tenemos al perfeccionismo, la ansiedad y la falta de concentración, seguro que hay muchos más, pero estos son los más comunes.
Identificando cada uno de estos factores podemos trabajar en ellos y mejorar nuestra creatividad.
Hay varias técnicas que puedes usar para ejercitar tu capacidad creativa.
Lluvia de ideas
Para hacer una lluvia de ideas solo necesitas un papel y un lápiz, déjate llevar y no abras el paraguas. No es necesario tener en cuenta si lo que escribimos tiene lógica o no, si es un buen plan o si es lo más tonto que se nos puede haber ocurrido, si es factible llevarlo a la práctica o no, solo déjate llevar, como cuando eras niño, sueña, divaga, crea. Para más inspiración te dejo un enlace a un post que ha escrito Jair Amores de EfectiVida para el blog Dame tres minutos de José Iribas, donde nos enseña a desarrollar nuestra creatividad a nivel niño.
Una manera de practicar la lluvia de ideas es buscarle diferentes usos a un objeto cotidiano. Esta técnica la desarrolló J.P. Guilford en 1967 creando el “Test de usos alternativos” en el cual se le daban dos minutos al sujeto estudiado, para que hiciera un listado lo más amplio posible de usos alternativos para objetos sencillos como por ejemplo un ladrillo, una manta, una silla, una taza, un clip para papeles, un lápiz, etc. Luego se analizaban los resultados teniendo en cuenta la cantidad de usos encontrados, la originalidad, es decir, qué tan poco común eran las respuestas, la flexibilidad, teniendo en cuenta las distintas áreas de uso, y el detalle, analizando qué tan elaboradas eran las respuestas.
Pruébalo, pon la cuenta regresiva de tu móvil en dos minutos, levanta la vista y empieza a escribir todos los usos posibles que se te ocurran para el primer objeto que veas.
Practica ser creativo
No sé si has escuchado alguna vez eso de… ¡práctica, práctica, práctica!
Practicar es otra manera de aumentar tu creatividad. Dicen que la inspiración no llega, hay que ir a buscarla, por eso, si quieres ser más creativo date tiempo para serlo. Recuerda que uno de los asesinos de la creatividad es la falta de concentración, si te pones a ello y te “obligas” a ser creativo, empezarán a surgir esas ideas que parecía que no tenías.
A continuación, te dejo un ejercicio que ha lanzado en una campaña publicitaria, la escuela de arte Panamericana School of Art and Design, con el que anima a las personas a probar su creatividad en donde sea. Consiste en conseguir crear la mayor cantidad de diseños partiendo de una figura simple.
Puedes bajarte el PDF imprimible de tres tests de creatividad en el siguiente enlace y empezar a practicar.
Inspírate en otros
Fíjate qué es lo que hacen los otros y roba sus ideas. Ojo, no estamos hablando de copiar, eso sería plagio, se trata de buscar inspiración en trabajos similares. Relee la definición de creatividad, la parte del final.
Roba la idea, y ponle tu impronta, dale una vuelta más, adáptala y modifícala para crear algo nuevo.
«La originalidad no es otra cosa que imitación con criterio». Voltaire
Hay una película que grafica muy bien esto, está basada en la historia real de Robert Kearns, un ingeniero que inventó el intermitente para los limpiaparabrisas. La película se llama “Flash of Genius” (Destellos de genio) y cuenta cómo, después de ser rechazado su invento por las grandes compañías automovilísticas, éstas empezaron a incorporar el limpiaparabrisas intermitente en sus nuevos modelos de coches. Kearns demandó a Ford y a Chrysler y pasó gran parte de su vida luchando por su invento.
Uno de los argumentos que Ford utilizó contra el ingeniero, era que éste no había utilizado piezas nuevas en su creación, por lo tanto, según ellos, no había “inventado” nada, solo había reacomodado piezas ya existentes de una manera diferente. Para refutar esa argumentación, Kearns comparó su invento con un libro escrito por Charles Dickens, indicando que el escritor no había “inventado” absolutamente ninguna palabra de las que estaban en su libro, solo las había reacomodado de forma diferente para crear algo nuevo, por lo tanto, de la misma manera que no se dudaba de la autoría de las obras de Dickens, también se debía reconocer su autoría en el invento del limpiaparabrisas intermitente.
Busca soluciones a problemas pequeños
Otra manera de poner en práctica tu creatividad es solucionando problemas pequeños. Cuantos más mini-problemas resuelvas, más entrenamiento tendrás para los grandes.
Conviértete en un detector de problemas, por más triviales que parezcan, busca problemas para solucionar y soluciónalos.
¿Y qué tiene que ver todo esto con las finanzas?
A estas alturas, probablemente estés pensando, todo esto es muy interesante Alejandra, pero ¿qué tiene que ver con mis finanzas?
Bueno, si estás leyendo un blog sobre finanzas personales, deduzco que tus finanzas no están como te gustaría que estuvieran, por lo tanto, seguramente necesitarás solucionar algún que otro problema financiero, y los problemas financieros se resuelven de la misma manera que el resto de los problemas, utilizando tu creatividad.
Cómo solucionar problemas financieros
Primero que nada, debes tener en cuenta que, si es un problema es porque tiene una solución, si no la tiene no es un problema y solo te queda aceptar las cosas como son. Pero si lo es, debes tener el valor suficiente para solucionarlo, lo difícil a veces es saber reconocer la diferencia.
Te recomiendo el post «6 pasos para superar una crisis financiera» de Gananci.com donde encontrarás algunas ideas para armar tu plan anticrisis.
Definir, subdividir, ordenar y priorizar
Una vez que ya hemos definido que se trata de un problema, es decir, que tiene una posible solución, lo primero que tenemos que hacer es definir e identificar cuál es ese problema y de ser posible detectar cuál es la causa, qué es lo que lo está provocando. Asegúrate de ponerlo en papel, recuerda el poder que tiene la palabra escrita, conseguirás más claridad si piensas en papel. Mientras definimos el problema, si detectamos que se trata de un problema muy grande o muy complejo, vamos a ver si se puede subdividir en pequeños problemas y de ser así ordenaremos esos mini-problemas por nivel de prioridad.
Recursos disponibles y necesarios
Luego tenemos que hacer un inventario de recursos, ver qué es lo que tenemos a nuestra disposición que nos puede servir para solucionar ese problema y también estudiar la posibilidad de conseguir nuevos recursos o conocimientos que nos serán necesarios. ¿Qué necesito saber o tener para poder solucionar ese problema? ¿Cómo puedo hacer para aprenderlo o conseguirlo?
Posibles soluciones
Después haremos una lluvia de ideas para plasmar todas las posibles soluciones alternativas, de la misma manera en la que hemos pensado cómo completar la hoja con dibujitos diferentes partiendo de la misma forma, vamos a ver cómo plantear diferentes soluciones partiendo del mismo problema. Recuerda no inhibirte, da rienda suelta a tu imaginación y creatividad, apunta tanto las ideas lógicas como las que sean totalmente irracionales. Incluye maneras diferentes de hacer lo que has hecho hasta ahora.
[bctt tweet=»Si sigues haciendo lo mismo, solo conseguirás los mismos resultados.» username=»A_P_Rodriguez»]
Selección
Al igual que con el ejercicio de las formas, cuando termines de llenar toda la hoja, seguramente algunos de los dibujos que has hecho te parecerán tontos y muy malos, pero otros te sorprenderán o te parecerán simpáticos, con la lluvia de ideas debes hacer lo mismo, repasa todas las ideas que has apuntado, y luego descarta las que sean malas y ve quedándote con las mejores.
Inspírate
Busca a otros que hayan solucionado un problema similar al tuyo y fíjate qué piezas, que ya están inventadas, puedes reacomodar para crear la solución de tu propio problema. Roba ideas.
No hace falta reinventar la rueda, utiliza las ideas de otros para reacomodarlas y crear algo nuevo, al igual que Dickens utilizaba las palabras inventadas por otros o Kearns usaba piezas que ya existían.
Cuestiona tus verdades
Revisa tus paradigmas y cuestiónate las cosas que das por ciertas. A veces uno intenta solucionar un problema utilizando la lógica, pero se basa sobre premisas falsas.
Recuerdo cuando me mudé a Palma de Mallorca, intentaba llegar a una dirección utilizando la lógica, pero inevitablemente terminaba en cualquier sitio menos dónde quería ir. El problema era que me estaba basando en una premisa falsa, seguía la lógica que conocía, la de una ciudad planificada, como Buenos Aires, donde la numeración de las calles va de 100 en 100, subiendo hacia un lado y bajando hacia el otro, siendo igual en las calles paralelas, una ciudad donde los números pares se encuentran en la vereda opuesta de los impares, y los mapas se ven como hojas cuadriculadas, y estaba intentando aplicar la misma lógica a una ciudad construida a partir de un casco antiguo en forma de estrella, no tardé en descubrir que esa lógica no aplicaba.
En ese caso no fue muy difícil darse cuenta, a la segunda que vi que los números no estaban donde yo esperaba encontrarlos, ya deduje que no funcionaba como creía, pero hay otras situaciones en las que no es tan obvio y seguimos intentando solucionar nuestros problemas utilizando la lógica que conocemos sin darnos cuenta que estamos partiendo de premisas falsas.
Ponte en marcha
Por mucho que detectes el problema, lo analices, busques soluciones y crees un plan, si no haces algo al respecto no lograrás nada. Por eso la mejor manera de solucionar un problema es haciendo. Prueba, ponte en acción, y si lo que habías planeado no funciona, haz un plan B, y si tampoco funciona, plan C, tienes 27 letras en el alfabeto.
No esperes a tener el plan perfecto, empieza con lo que tienes y ve mejorando a cada paso.
¡Éxitos!
Alita
P.D: Si te animas comparte alguno de tus problemas financieros y cuál es tu plan para solucionarlo, seguramente alguien más podrá “robarte” la idea.
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[…] saber hacia dónde queremos ir, pero con eso solo no alcanza. Luego de definir nuestras metas tenemos que crear sistemas para conseguirlas. La clave está en el proceso que seguimos para lograrlo, en los sistemas, no en las […]
[…] para saber hacia dónde queremos ir, pero con eso solo no alcanza. Luego de definir nuestras metas tenemos que crear sistemas para conseguirlas. La clave está en el proceso que seguimos para lograrlo, en los sistemas, no en las […]
Buenas! Aquí Jaír, de EfectiVida. Excelente artículo. Me gustó mucho la mezcla entre creatividad y finanzas. De hecho, intentaré aplicar algunas ideas que me vienen bien. Y muy interesante la historia del limpia parabrisas. Genial! Un abrazo desde Canarias.
(Y muchas gracias por la mención a EfectiVida. Es un honor)