febrero 14

Finanzas en pareja

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FINANZAS EN PAREJA

¡¡Qué bonito es el amorrrr!! Una de las pocas cosas que aún podemos conseguir gratis en esta vida. Aunque no se puede negar que el dinero está presente en cualquier relación desde prácticamente la primera cita, por eso es importante tener las cosas claras desde el principio para conseguir unas finanzas en pareja saludables.

Contigo pan y cebolla

En una primera cita uno puede hacerse una idea de cuál es la relación que tiene la otra persona con el dinero.

A la hora de pagar la cena, copas, helados, etc. se pueden dar varias situaciones. Que uno se ofrezca a pagar y el otro quiera que le inviten, o incluso lo esté esperando que lo inviten, pero también puede que se ofenda por el ofrecimiento, que prefiera pagar todo a medias, o alternarse para pagar, como sea, en ese preciso instante los dos se forman una idea sobre la relación que tiene el otro con el dinero y el tipo de ideología que tiene al respecto.

Aunque a veces esto puede ser un poco engañoso, porque si realmente nos gusta la otra persona, muchas veces intentamos quedar bien para impresionar, agradar y ser aceptados. Esto, si la relación sigue adelante, tarde o temprano quedará en evidencia, por eso siempre es mejor ser como uno es desde el día nº1 y ser sinceros con el otro.

Si realmente hay “química” entre los dos, el dinero realmente no es importante. No sé si alguna vez has tenido una de esas citas en las que son solo dos personas sentadas en un banco hablando por horas, conectando. No se necesita nada más para enamorarse.

¿Cuándo debemos hablar de dinero?

El dinero hoy en día sigue siendo un tema tabú. Pero si esa relación que tan bien ha empezado, sigue su curso, llegará un momento en el que los dos tendrán que sentarse a hablar de dinero.

Si te estás preguntando cuándo es el momento de la relación más apropiado para hablar sobre finanzas con tu pareja, probablemente es porque ya deberían haberlo hecho, sino no te lo estarías cuestionando. Y cuanto antes se aclaren las cuestiones financieras, mejor.

Cuentas claras

Si las cuentas claras conservan la amistad, imagínate el impacto que tienen en las parejas.

Superada esa etapa inicial, cuando las citas pasan a ser un noviazgo, o una relación estable, debe estar claro qué es lo que espera uno del otro, en todos los sentidos, incluido el financiero.

En el instante en el que falla la comunicación es cuando comienzan los malos entendidos y los roces en las relaciones.

Si todavía no han hablado de dinero, es un buen momento para llegar a un acuerdo de cómo se repartirán los gastos comunes que tengan como pareja, ya sea un viaje, salidas, paseos o demás gastos conjuntos.

No hace falta una cita financiera, ni ponerse en plan “tenemos que hablar”, basta con que ambos tengan las cosas claras y se sientan los dos cómodos con la organización del dinero que, habiéndolo planeado o no, tienen actualmente.

El gran salto

En toda relación el gran salto se da en el momento en el que ese noviazgo pasa a ser una convivencia. Puede haber papeles de por medio o no, pero siempre es un gran salto.

Requiere de un período de adaptación por ambas partes en todos los aspectos donde, otra vez, la comunicación cumple un rol primordial.

Ahora sí, si hasta este momento no habían hablado de dinero, ya es tiempo de hacerlo.

finanzas en pareja

¿Quién paga qué?

En las finanzas en pareja, este es tema incluso de debate. Dependiendo de la situación particular de cada uno, de si el lugar donde van a vivir es propiedad de uno de los dos, también depende de cómo perciba la relación cada una de las partes.

Generalmente suelen surgir problemas cuando uno gana más que el otro, siente que aporta más o tiene más deudas que el otro.

Compartir tu vida con otra persona requiere paciencia y negociación, ambos deben dar y ceder un poco y empezar a pensar como equipo.

Un equipo que tiene planes y objetivos comunes, en el que ambos miembros deben sentirse valorados, aportar su parte y comprometerse con el otro sin perder por ello la individualidad.

Mi media naranja

Se dice que todos somos medias naranjas en búsqueda de la otra mitad, esa que encaja perfectamente con nosotros y que nos hace sentir completos.

Aunque suene muy romántico, no estoy de acuerdo. Prefiero pensar que todos somos naranjas completas y lo que tenemos que encontrar es a alguien con quien mezclar nuestros jugos.

Cada uno, además de los proyectos comunes, tiene sus objetivos propios y tiene que tener su espacio, su tiempo y su dinero para poder desarrollarlos. Ninguno de los dos debe sentirse timado, abusado, dependiente ni relegado en pro de la pareja.

Muchas veces se presenta la situación en la que uno de los dos está sin trabajo, o tiene un trabajo en el que gana muy poco. Esta puede ser una situación temporal o permanente y la otra persona es la que se encarga de proveer la mayor parte del dinero.

Incluso en estos casos en los que solo uno de los dos es el que provee el dinero, cada uno tiene que tener algo de dinero para sus proyectos y gastos personales, para comprarse esas cosas que el otro ve totalmente innecesarias, sin tener que poner excusas ni dar explicaciones.

Infidelidad financiera

Cuando uno empieza a ocultar gastos, deudas, o ingresos extra a su pareja, se está cometiendo lo que se llama “infidelidad financiera”. Y es un síntoma de falta de sinceridad y comunicación en la pareja.

Esto afecta no solo a las finanzas sino a la relación en sí ya que pone en evidencia una falta de confianza hacia el otro.

Finanzas en pareja saludables

Para conseguir finanzas en pareja saludables es necesario que los dos estén remando hacia el mismo lado, y para conseguir esto te dejo 5 consejos para poner en práctica.

1 – Proyectos de pareja

Determinar y/o revisar los objetivos y proyectos como pareja y armar un plan para lograrlos.

2 – Proyectos individuales

Determinar y/o revisar los objetivos y proyectos individuales, y ver cómo pueden ayudarse mutuamente para alcanzarlos.

3 – Establecer roles y tareas específicas

Decidir quién va a manejar las cuentas bancarias o a encargarse de pagar los servicios, quien controlará las inversiones o hará las llamadas y consultas a las entidades financieras. Hay veces que a uno se le da mejor unas cosas que otras y si a ninguno se le da bien, echar una moneda al aire o ir turnándose, pero que quede definido quién se encargará de qué tipo de gestiones.

4 – Poner reglas

Lo bueno de ser adulto es que uno puede ponerse sus propias reglas, y si vives en pareja son los dos los que tienen que acordar cuáles serán. Lo importante es que una vez acordadas estas reglas, ambos las cumplan.

5 – Mantener la comunicación

Es necesario hablar periódicamente sobre las finanzas de la pareja. Al menos una o dos veces al año habría que revisar lo acordado para ver si necesita algún ajuste, ya que todo cambia constantemente y lo que era más apropiado en su momento puede que ya no sea lo mejor.

No hay fórmulas correctas ni equivocadas, cada pareja es un mundo, y lo que te aconseje tu vecino, amigo o familiar puede ser lo mejor para ellos, pero probablemente no sea lo más apropiado para ti.

Si están ambos de acuerdo, respetan la individualidad del otro y tiran hacia el mismo lado haciendo equipo, podrán conseguir unas finanzas saludables.

¡Éxitos!

Alita

Para tener las finanzas en pareja organizadas puedes conseguir la “Bitácora financiera Raitit” haciendo click aquí.

Alita

Creadora de Raitit Finanzas.


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