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Gastos Necesarios e Innecesarios

Ahorro, Educación financiera, gastos, Presupuesto

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Cómo diferenciar los gustos de las necesidades

Todo ser humano necesita ciertas cosas para llevar una vida digna, cosas como refugio, comida, vestimenta, atención sanitaria, educación, vida social, ocio, etc. Estas son las que entrarían dentro de la categoría de necesidades.

https://youtu.be/V97hhiNyCEE

Y luego hay otras cosas que, si bien no son estrictamente necesarias, nos gusta tener o disfrutar, esas son las cosas que compramos o hacemos por gusto.

Hasta ahí creo que todos lo tenemos clarísimo. El problema es que “necesidad” o “gusto” no son dos cosas totalmente separadas, y sin embargo nos empeñamos en querer clasificar nuestros gastos en alguna de estas dos categorías.

Para poder hacer una clasificación más acertada, más que dos columnas separadas, deberíamos usar una escala, en un extremo estarían nuestras necesidades y en el otro nuestros gustos.

Aunque al principio parezca algo bastante sencillo, determinar si un gasto es más un gusto o una necesidad para ubicarlo en nuestra escala, es más complicado de lo que parece.

¿Y sabes por qué es complicado? Porque depende.

A estas alturas estarás acostumbrado a recibir esa respuesta por mi parte, pero es que es así, depende, y como todo, depende de nosotros y nuestra situación. Lo que significa que no te lo puedo decir yo, sino que lo tienes que descubrir tú. Lo que sí te puedo ayudar a que sea un poco más fácil la tarea.

Y como sé que esto es todo bastante abstracto, vamos a verlo con un ejemplo.

Transporte

Todos necesitamos movernos de un lado al otro, vamos de casa al trabajo, o de casa a la universidad, o a llevar a los chicos a la escuela, o a visitar a nuestros amigos y familiares… nos movemos, necesitamos movernos.

Si tuviéramos que clasificarlo entre gusto o necesidad, lo pondríamos en necesidad, porque necesitamos ir a trabajar, si no podemos llegar al trabajo, no generamos ingresos, necesitamos llegar físicamente hasta ahí.

Esa sería la clasificación simple, la que estamos acostumbrados a hacer. 

Pero no hay una única manera de llegar del punto A al punto B, tenemos muchísimas variables, dependiendo de dónde estemos, de nuestra personalidad, de nuestra experiencia, de nuestra edad, de la infraestructura del lugar donde vivimos, y muchas cosas más.

Qué tan necesario es

Cuando vivía en Buenos Aires, solo usaba el transporte público para ir a todos los sitios, porque era lo más conveniente.

Soy consciente de que, si vives en Buenos Aires o has utilizado el transporte público allí, puede que no estés muy de acuerdo conmigo con lo de “conveniente”, pero te voy a explicar por qué para mí si era conveniente y por qué yo decidí seguir usando el transporte público en vez de un vehículo propio.

 Buenos Aires es una gran ciudad, y el transporte público funciona, tal vez no como nos gustaría que funcionara, pero funciona. Tienes un colectivo (autobús) para ir a prácticamente cualquier sitio, subte (metro), tren, taxis, y recientemente Ubers y similares. Si necesitas ir del punto A al B, lo tienes fácil.

Por otro lado, tener un vehículo en Buenos Aires, puede darte unos cuantos dolores de cabeza. Además de los gastos de mantenimiento, gasolina, impuestos, etc, que no son justamente muy económicos, tienes que agregarle gastos de parking, según donde vivas, dejar un coche “durmiendo en la calle” no es una opción muy inteligente. Otro inconveniente es que, si tienes que ir al centro, puede ser bastante estresante, y hay zonas en las que directamente no puedes circular.

¿Está mal tener coche si vives en una gran ciudad? No, no está mal, tu puedes hacer lo que mejor te convenga y lo que te haga más felíz, pero la pregunta que te tienes que hacer sería, ¿es necesario tener un coche? Si no tuvieras un vehículo propio, ¿podrías ir a donde necesitas ir, sin inconvenientes?

Entonces, ¿es necesario?

Como dijimos antes, todo depende. en este caso, el transporte es una necesidad, pero puedes usar transporte público o tener tu propio vehículo. El transporte público sería una necesidad pura, porque es la manera más básica de cubrir esa necesidad. Aunque eso no hace que el coche sea un gusto, porque todavía seguimos necesitando movernos de un lado a otro y teniendo un vehículo solucionamos ese problema.

Por eso, el coche sigue siendo una necesidad, pero además tiene otra parte de “gusto”. Lo mismo aplica al tipo de transporte público. Puedo tomar un bus o un taxi, ambos cumplen la función de cubrir la necesidad de transporte, pero la parte necesaria sería la opción más básica que cumpla esa función. El taxi sería parte necesidad, parte gusto.

Enfócate en la opción más básica

Si es tarde por la noche, y ya ha pasado el último autobús. No nos queda otra opción que tomar un taxi, entonces ahí el taxi sería puramente una necesidad, porque es la opción más básica que cubre la función de transporte.

Como verás, todo depende, ahora vivo en un pueblo, y depender del transporte público no es una opción, debido a la falta de conexiones, horario limitado y escasa frecuencia, por lo tanto, en mi situación actual, el coche es más una necesidad, porque es la opción mínima que cubre la necesidad de transporte.

Peeeeero, eso no convierte al coche en un gasto totalmente necesario. Una vez más, depende. ¿necesito tener un 0km, o ese cochazo que chupa gasolina como si no hubiera un mañana? En ese caso, el gasto sería parte necesidad (más que en el caso anterior) pero también tendría una parte de gusto.

Y así podría seguir y seguir.

Lo mismo con la ropa, necesito abrigo, pero ¿necesito ese abrigo, de esa marca, de ese modelo que está de moda? Necesito comida para subsistir, pero ¿necesito pedir comida a domicilio 4 veces por semana?

Las respuestas las tienes tú. Solo debes procurar ser sincero contigo mismo.

Ponte tus propias reglas

Una de las cosas que tiene de bueno de ser adulto, es que uno se puede poner sus propias reglas. Si a la hora de hacer tu presupuesto, te das cuenta de que necesitas recortar algunos gastos, siempre los primeros en sufrir el tijeretazo son los gustos, no las necesidades.

Puedes poner ciertas reglas para ti mismo, así evitarás tener que estar pensando cada vez y con cada gasto si es algo necesario o no. Por ejemplo, con el tema de la ropa, en casa nos organizamos de la siguiente manera:

Mi marido tiene ropa que, si fuera humana, tendría canas. Ir a una tienda y elegir ropa es casi una tortura china, solo lo hace cuando no tiene más opción. En cambio, yo renuevo el atuendo más seguido. ¿Es necesario? No.

Por eso, cada vez que compramos ropa, la de él es 100% necesidad, la mía solo entra dentro de esa categoría la que es realmente necesaria, si necesito ropa interior, algún abrigo o calzado específico, los básicos del armario. Pero el resto entra dentro de la categoría de los gustos.

Es muy importante poder saber identificar que tan necesarios o innecesarios son nuestros gastos. En líneas generales, tendemos a poner muchos gastos en el lado de las necesidades cuando muchas veces el porcentaje de necesidad es muy bajo.

Si estás en el proceso de revisar gastos y recortar el presupuesto, te invito a que reflexiones sobre cada categoría de gastos que tienes y que los ubiques en la escala. Luego piensa qué puedes hacer y qué cambios puedes implementar, para que se acerque lo más posible al extremo de la necesidad.

En el área exclusiva para raiters te dejo el pdf imprimible para que hagas el ejercicio.

¿Has descubierto algún gasto que veías como necesario pero que realmente solo tiene un bajo porcentaje de necesidad? Te leo en los comentarios.

¡Éxitos!

Alita

Alita

Creadora de Raitit Finanzas.


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    • Mmm hay varias, todas están en el área exclusiva para raiters, tienes que registrarte y acceder con tu usuario y contraseña a la pestaña recursos. Un saludo

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