julio 5

Hipótesis correcta

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¿Estas aplicando la hipótesis correcta?

Estamos tan acostumbrados a hacer las cosas de la misma manera, que a veces creemos que es la única forma posible. Pero tal vez estemos usando la hipótesis incorrecta.

Podemos cambiar, y depende de nosotros más de lo que creemos.

https://youtu.be/0_epjcUOlKQ

Si X entonces Y

Si bien hay muchos tipos de hipótesis, la que más nos gusta es la hipótesis determinista, que es la que dice que si se da X entonces siempre se da Y.

Por ejemplo:

Pago por adelantado la cuota anual del gimnasio

X=Gastar dinero

Y=sentirse bien

Si gasto dinero (pago la cuota del gimnasio) entonces iré al gimnasio y me sentiré bien.

Pero no es tan sencillo, hay muchísimas variables que no estamos teniendo en cuenta, que preferimos ignorar.

Post recomendado: Paradigma financiero

hipótesis

 

Razón vs. emoción

Cuando tenemos que tomar una decisión, la respuesta parte de nuestras emociones, siempre. Pero luego usamos nuestro lado analítico para justificarla.

Cuando elegimos pagar por adelantado la cuota anual del gimnasio. La decisión parte de nuestro lado emocional, de un deseo, de nuestras ganas de vernos bien, ser más felices, más sanos y sentirnos mejor.

Y aunque una vocecita muy adentro nos sugiera que es una estupidez lo que estamos por hacer, elegimos no escucharla. Nos auto convencemos y nos decimos que esta vez será diferente, esta vez sí le sacaremos provecho.

Pero casi nunca funciona. Al cabo de un par de días, la motivación se va discipando, y la decisión que tomamos con la esperanza de sentirnos mejor al final hace que estemos peor que cuando empezamos, porque ahora encima, nos sentimos estúpidos por la mala compra que hemos hecho.

Compra para tu yo actual

Cuando hablamos de los gastos hormiga, te decía que presupuestes para tu yo actual, para la persona que eres y no para la que te gustaría ser.

Eso mismo aplica para todas tus decisiones.

[bctt tweet=”Compra para la persona que eres, no para la que te gustaría ser.” username=”A_P_Rodriguez”]

hipótesis

Por ejemplo, cuando pagamos la cuota adelantada del gimnasio, lo estamos haciendo pensando en la persona que nos gustaría ser (la que va frecuentemente al gimnasio) no la que realmente somos (que no va nunca).

Probablemente estés pensando que si lo haces así, nunca lograrás ponerte en forma.

Entonces ¿qué hago? ¿me resigno? Para qué intentarlo, mejor me ahorro lo del gimnasio y me voy a comprar unos chocolates que por lo menos sé que me harán sentir bien.

Es una opción, aunque no la más recomendable.



Cambia tu hipótesis

Puedes conseguir mejores resultados si cambias tu hipótesis inicial.

En vez de: si X entonces Y

Prueba con: si Y entonces X

[bctt tweet=”Si lo que hacías hasta ahora no ha funcionado, tal vez sea hora de cambiar.” username=”A_P_Rodriguez”]

Sé que todo esto es muy abstracto y más si eres de los que no le gustan los números así que te lo explico con un ejemplo más concreto.

Mi experiencia

Mi amiga se había mudado recientemente al mismo pueblo donde vivo yo y me dijo ¡ahora que somos vecinas podemos salir a correr juntas!

Caminar, tal vez, pero ¿¿¿correr??? No way. Yo no corro, no soy capaz de ir dos veces seguidas al gimnasio, mucho menos de correr.

Lo había intentado alguna vez, pero en menos de un minuto ya estaba con la lengua afuera sintiendo que se me iban a salir los pulmones por la nariz y no tenía ninguna intención de volver a repetir esa experiencia.

Mi amiga es muy persuasiva y me convenció, dijo que tenía una aplicación que te enseñaba cómo empezar desde cero, que era muy fácil, así que decidí darle otra oportunidad al running.

Fui a casa y empecé a buscar por el fondo del armario mi ropa deportiva. Logré encontrar un par de camisetas desteñidas, unos leggins que no me favorecían y unas deportivas que tenían un agujero en la suela.

La hipótesis de siempre

hipótesis

No podía salir así a la calle, necesitaba ropa adecuada. Fui a la tienda de deportes a buscar unas deportivas que sean para running, y cuando me quise dar cuenta tenía en la bolsa las deportivas, dos leggins, dos camisetas, calcetines para running, un sujetador deportivo, un cinturón para llevar el móvil y una bandana.

Si compro ropa nueva y bonita (X), entonces me motivará a usarla y saldré a correr (Y)

Hice la cuenta mentalmente antes de pasar por la caja y de pronto sentí un golpe, estaba teniendo un instante de claridad mental.

Empecé a escuchar esa vocecita que tantas otras veces había decidido ignorar, que me decía…

¿otra vez vas a gastar dinero en ropa deportiva? Si no sos deportista, nunca te gustó el deporte ¿a quién querés engañar? todo eso que te estás comprando va a terminar en el fondo del armario en dos semanas, estás tirando el dinero.



Aunque la vocecita fue bastante pesimista, en algo tenía razón, de haber comprado todo eso, seguramente habría terminado en el fondo del armario en dos semanas.

Ya había intentado esa estrategia anteriormente y nunca funcionó, en vez de intentar convencerme de que esta vez sí iba a funcionar, decidí cambiar de estrategia.

Cambio de estrategia

Dejé todo lo que había elegido y salí de la tienda sin nada.

El plan de entrenamiento que había elegido mi amiga, tenía como objetivo llegar a correr 5 km. Pero dado mi historial deportivo, jamás pensé que podría llegar a correr más de 100m sin morir en el intento. Decidí entonces crear un sistema y me propuse un plan de incentivos para lograrlo.

Si alguna vez en la vida lograba llegar a correr 1 km sin parar, de premio, iría a la tienda de deportes y eligiría un artículo, el que quisiera.

Un artículo por cada km seguido que corriera.

Resultado

hipótesis

Un día salí a correr por la playa y cuando creía que estaba a punto de desfallecer, (todavía no había llegado ni a los 500m) me di cuenta de que era sábado, y pensé:

mmmm las tiendas están abiertas, si lo logro, podría ir ahora mismo… la tienda está cerca, pero la otra tienda que queda más lejos es más grande y tiene más cosas, con el coche estoy en 15 minutos mejor voy a esa ¿estará todavía esa camiseta tan linda? bueno, si no está podría comprarme los leggins esos de las rayitas…

¡Beep Beep!

Sin darme cuenta había hecho 1 km.

Por fin había encontrado un sistema que me funcionaba. En vez de pensar en lo duro que era el camino me puse a soñar con lo bonito que sería la recompensa.

Cambié el “si X entonces Y” (si gasto dinero me va a motivar a sacarle provecho, entonces usaré las cosas que me estoy comprando y saldré a correr), por el “si Y entonces X” (si salgo a correr, entonces, de premio, me daré el gusto de comprarme lo que quiero)

Así renové mi atuendo deportivo.

Cambia tu estrategia

Si el sistema que has utilizado hasta ahora nunca ha funcionado, es hora de cambiar de estrategia. Invéntate un nuevo sistema, tú te conoces mejor que nadie, escucha tu vocecita interior.



[bctt tweet=”No es fácil, pero es menos complicado de lo que crees.” username=”A_P_Rodriguez”]

Y lo mejor de todo, es que no importa que tan pequeño sea tu éxito, todo está relacionado con todo. Y un éxito en cualquier área de tu vida, afecta positivamente al resto. Una prueba superada te da la energía y motivación para plantearte el siguiente reto.

Para mí, haber logrado algo que siempre había pensado que no era capaz de hacer, me hizo dar cuenta de que nuestras mayores limitaciones están en nuestra cabeza. Y me dio el coraje y la motivación necesaria para hacer otras cosas, en otras áreas de mi vida, que tampoco me creía capaz de hacer.

Post recomendado: ¡Piensa en grande!

[bctt tweet=”Nuestras mayores limitaciones están en nuestra cabeza.” username=”A_P_Rodriguez”]

Etiquetas

hipótesis

Nos etiquetamos y nos sentimos cómodos con esa etiqueta, porque es lo que somos, lo que siempre fuimos y lo que siempre vamos a ser.

No soy bueno con los números, soy un desastre con el dinero, yo no puedo ahorrar, yo no soy capaz de generar ingresos pasivos… Todo eso es lo que tú te dices a ti mismo, no es lo que eres.

[bctt tweet=”Tú eres lo que tú decidas ser. Y si no te gusta lo que eres, cámbialo.” username=”A_P_Rodriguez”]

En tres meses yo pasé del  “yo no puedo correr ni para alcanzar el bus” a “yo puedo correr una carrera de 10 km.”



Rétate

Te animo a que te propongas un reto. No tiene que estar necesariamente relacionado con las finanzas, puede ser algo pequeño, pero debe ser un reto para ti.

Algo que no te creas capaz de hacer. Y si ya lo has intentado anteriormente, prueba con cambiar de estrategia, ponte un plan de incentivos. Y si te animas comparte tus intentos fallidos y tus logros en los comentarios.

¡Éxitos!

Alita

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Alita

Creadora de Raitit Finanzas.


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  • Hola Alita! Aquí Jaír, de EfectiVida. Buenísimo artículo. Llegué a él por otro de inversiones. Éste me gustó más, seguramente porque no soy muy fan de inversiones (por lo menos las bursátiles). Lo cierto es que el planteamiento que usas es buenísimo. Hace poco oí en algún sitio, no lo recuerdo, que no es inspiración—motivación—acción, sino que es un círculo. A veces, la acción te lleva a la inspiración. Es decir, no hay que esperar a una inspiración caída del cielo para empezar a hacer. Creo que va en la línea de lo que comentas. Me quedo con tu ecuación.
    Saludos desde Las Palmas!

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