¡Las Finanzas Personales deberían enseñarse en la escuela!
Si me dieran 1€ por cada vez que escucho esa frase….
Cuando empezamos a aprender sobre finanzas personales, nos damos cuenta de que no es física nuclear. Que pequeños cambios pueden tener un gran impacto en nuestras vidas y que son cosas simples que siempre estuvieron a nuestro alcance.
Entonces es cuando surge la inevitable pregunta “¿Cómo nunca nadie me enseñó esto?” Seguida de “esto debería ser de enseñanza obligatoria, “¡Las Finanzas Personales deberían enseñarse en la escuela!”
Creo que, de hacerse correctamente, (léase: sin intereses políticos ni comerciales) sería un gran avance que todos pudiéramos aprender sobre finanzas personales desde que estamos en la escuela. Pero sin intención de meterme en discusiones políticas (menos ahora que en España estamos con lo del pin parental), o de juzgar si es correcto o no, si debería hacerse o no, creo que hay otro punto muy importante que estamos pasando por alto.
¿Dónde has aprendido las cosas que más afectan a tu calidad de vida?
¿Quién te ha enseñado a lavarte los dientes? ¿Quién te dijo que miraras a ambos lados antes de cruzar la calle, y que tienes que esperar que el semáforo esté en verde? ¿Quién te enseñó que es mejor comer verduras que chuches?
Las cosas que más nos afectan en nuestro día a día, las aprendimos en casa, no en la escuela.
Una persona puede pasar toda su vida sin saber cuál es el río más largo de Europa, o cómo está compuesto el interior del núcleo de una célula, y aún así, tener una vida plena y satisfactoria.Si bien ese tipo de información nos aporta muchas cosas, no es información indispensable.
En cambio, si tu no sabes que te tienes que lavar los dientes después de cada comida, ni que tienes que esperar a que el semáforo esté en verde antes de lanzarte hacia una avenida, y desconoces totalmente que una dieta a base de chuches no es lo más adecuado para un niño en edad de crecimiento... todas esas cosas te afectarán directamente y de forma negativa, este tipo de información es indispensable.
Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos y las cosas que son sumamente importantes se enseñan en casa. No escucharás a un padre decir “ya le enseñarán a lavarse los dientes en la escuela…”
Porque todo padre quiere que su hijo, que crezca sano y fuerte, que conserve todos los dientes, que no lo pise un camión cuando cruza la calle, que sea feliz. Y es por eso que todos los padres se preocupan por darle a sus hijos todas las herramientas necesarias para que puedan desarrollarse y enfrentarse al mundo exterior de la mejor manera posible.
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De eso no se habla
Pero si bien todos sabemos de cuánto afecta el dinero (o la falta de él) a nuestra vida diaria, y sabemos que el saber o no saber gestionar nuestro dinero nos afecta, y mucho. Aun así, el dinero, hoy en día, es un tema del que casi no se habla.
¿Te has preguntado alguna vez por qué? ¿por qué si es algo tan importante, tan relevante y tan cotidiano, es un tema que se suele esquivar?
Si hicieras una encuesta a un grupo de padres, y les preguntaras por qué no hablan de dinero con sus hijos, te encontrarías con respuestas del tipo
“es muy pequeño”
“la infancia está para jugar”
“déjalos que disfruten ahora que pueden”
“ya tendrán tiempo de ocuparse de esas cosas cuando crezcan”
El mensaje
Aunque tal vez no se hable del tema, eso no quiere decir que no se esté diciendo nada. Decimos muchas cosas incluso sin hablar, enseñamos con nuestras acciones, con lo que hacemos y con lo que no hacemos, con lo que decimos y también con lo que no decimos.
Cuando un padre no le habla de dinero a su hijo porque no quiere agobiarlo y piensa que es mejor dejarlo disfrutar de los buenos momentos, fíjate el mensaje que está transmitiendo.
Sin decir ni una sola palabra, le está diciendo a su hijo que el dinero es un problema, que es sinónimo de agobio y preocupaciones.
Y ese es el mensaje que se transmite, porque tristemente para la mayoría de la población, el dinero es sinónimo de estrés de problemas y preocupaciones.
¿Quién sabe de finanzas personales?
La clave está en la educación.
Porque, la persona que te enseñó a lavarte los dientes, sabía cómo lavarse los dientes. El que te enseñó a que debes esperar que el semáforo esté en verde antes de cruzar la calle, conocía las leyes de tránsito, pero tus padres, y en general los adultos que te rodeaban cuando eras pequeño, ¿sabían cómo gestionar su dinero?
¿Cómo podemos pretender que los padres, o los maestros les enseñen a sus hijos y alumnos, cuando ni ellos saben gestionar sus propias finanzas?
Como nadie sabe, entonces en casa no se enseña, en la escuela no se enseña, y eso nos lleva a hacer lo que hace la mayoría de la población. En temas de finanzas personales, vamos navegando en el día a día, intentando pensar lo menos posible en ello. Cobramos nuestro sueldo, pagamos nuestros gastos, cuando queremos o necesitamos comprar algo y no tenemos el dinero juntamos un poco, o pedimos un poco, vamos moviendo el dinero de un sitio a otro, procurando que no queden “agujeros sin tapar”.
Algunos lo hacemos mejor, otros lo hacemos peor, pero se podría decir que, en líneas generales, nos las rebuscamos. Al fin y al cabo, no hay tantos barcos hundidos. Nos quejamos, eso sí, nos encanta quejarnos, pero al final salimos a flote.
Círculo vicioso
¿Cómo hacemos entonces para salir de este círculo vicioso en el que nadie sabe nada y nadie enseña y nadie aprende, porque nadie sabe?
Debemos comenzar por aprender nosotros.
Que nadie te haya enseñado sobre finanzas personales en casa, ni en la escuela, no es el fin de la historia. Lo que pasó, pasó, el pasado no lo podemos modificar, pero lo que sí podemos cambiar es cómo continúa esa historia de aquí en adelante.
Todo se puede aprender, y cuanto más aprendas sobre finanzas personales, más control tendrás sobre tu dinero. Y cuanto más control tengas sobre tu dinero, menos dolores de cabeza te dará y más cosas podrás hacer con él.
Como te decía al principio, son cosas muy sencillas, básicas y cotidianas, pero que puestas en práctica causan un gran cambio positivo en nuestras vidas.
Hoy en día tienes a tu disposición muchísimos recursos para aprender sobre finanzas personales.
Si no sabes por dónde empezar te invito a que te pases por el canal de youtube Raitit Finanzas, allí encontrarás muchísima información que puedes empezar a poner en práctica hoy mismo.
Tienes libros, cursos, blogs como este, la información está al alcance de tu mano, pero para asimilarla necesitas dar a cambio dos cosas.
Tiempo y atención
Ya sé que probablemente ahora mismo estés pensando “uff, pero yo no tengo tiempo para esas cosas”
Pero déjame que te diga una cosa, no es que tú no tienes tiempo, nadie tiene tiempo.
Hoy en día a nadie le sobra el tiempo, todos vamos a tope, con mil cosas, con las agendas llenas, haciendo malabares. ¿No te ha pasado que quieres quedar con un amigo para tomar unas cervezas y le tienes que dar cita para dentro de tres meses porque no les coinciden los horarios?
Pero si te pones a pensar, nos pasamos la mayor cantidad de las horas que estamos despiertos, trabajando, para generar dinero. No tiene ningún sentido que luego, no dediquemos ni un poquitito de nuestro tiempo para ver qué es lo que hacemos con ese dinero una vez que lo tenemos en el bolsillo.
Nos pasamos la mayor cantidad de las horas que estamos despiertos, trabajando, para generar dinero. No tiene ningún sentido que luego, no dediquemos ni un poquitito de nuestro tiempo para ver qué es lo que hacemos con ese dinero una vez que lo tenemos en el bolsillo.
Aprender algo nuevo requiere de nuestro tiempo, y nuestra atención. Necesitamos tiempo para aprender, y también vamos a necesitar tiempo para dedicarle a la gestión de nuestro dinero. Sentarnos a pensar qué es lo que queremos, ponerlo por escrito, hacer los números, conocer nuestra realidad, trazar un plan que nos permita conseguir nuestros objetivos con los recursos que tenemos disponibles, todo eso lleva tiempo y esfuerzo.
Aprende y enseña
Si cada uno de nosotros, se ocupa de estudiar sobre finanzas personales y aprende a gestionar satisfactoriamente su dinero, no solo mejoraremos nuestras vidas, sino que también le estaremos haciendo un favor a las futuras generaciones.
Si quieres darles a tus hijos las herramientas necesarias para tener una vida mejor, primero tienes que aprender tú a usar esas herramientas. Y eso requiere tiempo.
Si quieres darles a tus hijos las herramientas necesarias para tener una vida mejor, primero tienes que aprender tú a usar esas herramientas.
Aprendiendo a gestionar nuestro dinero, podremos enseñar sobre finanzas personales a los más pequeños, en casa, en la escuela, y en la sociedad, todo el tiempo, las 24hs del día, porque no solo estaremos enseñando con nuestras palabras, sino que estaremos enseñando con el ejemplo.
Aprende, conoce tus números, crea tu plan y transmite el mensaje a los demás.
¡Éxitos!