¿Conoces tus paradigmas financieros?
Para poder responder esa pregunta primero vamos a ver qué es un paradigma.
En su definición más pura un paradigma es un ejemplo o modelo de algo. Un ejemplo a seguir, un conjunto de experiencias, creencias y valores que determinan la forma en la que vemos e interpretamos la realidad, todos seguimos un patrón o modelo de conducta heredada o aprendida.
Vivimos nuestra vida en base a nuestros paradigmas, seamos o no conscientes de ello
Está comprobado que no solo los humanos siguen paradigmas sino que algunos animales también.
Se ha hecho un estudio en el que ponían a un grupo de monos en una jaula y sobre una escalera dejaban unas bananas, cada vez que un mono subía a buscar una banana, mojaban con agua a presión a los monos que estaban debajo.
Como podrás imaginar, al ver que siempre ocurría lo mismo, los monos empezaron a poner un poco de orden y cada vez que a algún mono se le ocurría poner un pié en la escalera, lo bajaban a golpes y le quitaban las ganas de volver subir para siempre.
Pero lo interesante de este estudio es que luego empezaron a cambiar a los monos de a uno, ponían un mono nuevo y quitaban un mono viejo, enseguida le hacían saber al nuevo que a la escalera no se sube, uno a uno renovaron todos los monos, hasta que llegó un momento en el que ningún mono de la jaula había sido mojado por el agua a presión, sin embargo nadie subía a la escalera, y nadie permitía que otro subiera, nadie sabía el porqué, simplemente siempre se hizo así.
Este es un ejemplo claro de un paradigma, mejor conocido por su nombre vulgar «porque-siempre-se-hizo-así»
Cuántas veces te has cuestionado algo y alguien te ha dado esa respuesta, «porque siempre se ha hecho así». Como si eso fuera razón suficiente.
Si estás haciendo algo simplemente porque siempre se hizo asi, párate a pensar.
Si siempre se hizo así, ¿tengo que seguir haciéndolo asi? ¿o tal vez lo pueda mejorar? ¿siguen vigentes las razones que llevaron a esa decisión?
Cómo afecta a mis finanzas
Al igual que los monos del estudio anterior, aunque no seamos conscientes de ello, vivimos nuestra vida en base a nuestros paradigmas. Repetimos patrones de conducta que heredamos o aprendemos y no siempre esos patrones de conducta son los más apropiados para nosotros.
En el caso de las finanzas un ejemplo muy claro se ve con las suscripciones o con los servicios que tenemos contratados.
En su momento, cuando los contratamos y nos pusimos a elegir nuestra compañía de móvil, internet, banco, etc. seguramente estuvimos mirando precios, comparando servicios, prestaciones, buscando pros y contras hasta que nos decidimos por una, la que mejor se ajustaba a nuestras necesidades por el mejor precio.
Pero debemos revisar periódicamente esas decisiones, porque todo cambia, todo el tiempo, los servicios cambian, las necesidades cambian, nuestra economía cambia, nuestra familia cambia, nuestras prioridades cambian, y nosotros cambiamos constantemente, y tal vez, lo que era bueno para nosotros hace tres años ya no es lo más adecuado para nuestra situación actual.
Debemos quebrar la inercia, y hacer un alto en el camino cada tanto, para pensar y para replantearnos las cosas.
También nos pasa con los pre-conceptos que tenemos sobre el dinero ideas que nos han pasado, y que hemos adoptado como propias sin pensar realmente si tiene sentido o no.
Esto no solo pasa con los servicios, también pasa con los hábitos de consumo que tenemos, las formas de pago que usamos, la mayoría de la gente usa las tarjetas de crédito como medio de pago habitual, y estamos acostumbrados a eso, es lo que todo el mundo hace, lo que tus padres hacían probablemente, pero ¿por qué? porque siempre se hizo así, es lo que hay, entonces no debe ser tan malo ¿no?
Es más fácil seguir haciendo lo mismo aunque sepamos que tal vez no sea lo más apropiado que parar a pensar, cuesta trabajo volver a revisar los pro y los contra, hacer llamadas, investigar, comparar, por eso generalmente lo hecemos solo cuando no tenemos otra opción, pero te sorprenderás de la cantidad de dinero que puedes ahorrar con solo hacer una revisión de tus paradigmas.
Por eso hoy te propongo que hagas un ejercicio. Que te sientes y hagas una lista de los pardigmas financieros que tienes, al principio puede que no te venga ninguno a la mente, pero en cuanto los empieces a descubrir verás que tienes unos cuantos.
Y si te animas, te invito a que compartas alguno de ellos en los comentarios.
¡Éxitos!
Alita
P.D: Si quieres aprender más sobre finanzas personales y sobre el sistema de sobres de dinero, te recomiendo mi libro «Finanzas personales en prácticos sobrecitos» donde no solo aprenderás sobre tus finanzas sino que te guiaré para que puedas crear tú un sistema que funcione para ti.
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Creo que lo mas dificil es la parte de quebrar la inercia, y desde allí replantearse el camino. Buenisimo tu blog!
¡Gracias por tus comentarios!